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Acusan a dominicano por violación sexual de dos niñas de 11 años en Massachusetts

Guerrero, que fue buscado por la policía durante más de un año

NUEVA YORK._ El dominicano Robely Eladio de Jesús Guerrero, quien reside ilegalmente en Estados Unidos y asumía la identidad de “Jonathan Llopiz”, fue detenido y acusado de violaciones sexuales a dos niñas de 11 años de edad, en Massachusetts, según dijo el portavoz en ese estado de la Policía de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), John Mohan.

Se emitió una solicitud de detención de inmigración en la cárcel estatal del condado de Essex para Robely de Jesús Guerrero, quien fue acusado de violar a dos niñas menores de 11 años.

“Luego de una investigación, ICE determinó que de Jesús Guerrero es un ciudadano y nacional de la República Dominicana y la oficina de  Operaciones de Ejecución y Remoción (deportación), buscará ponerlo bajo custodia tras la resolución de sus cargos criminales pendientes para comenzar el proceso de repatriación», dijo Mohan en una declaración.

Guerrero, que fue buscado por la policía durante más de un año, fue arrestado en Lawrence la semana pasada por cargos de tráfico de drogas.

Había sido previamente acusado de asalto y agresión con un arma peligrosa. La policía informa que Guerrero fue encarcelado durante cinco años por narcotráfico.

Una audiencia de peligrosidad en el Tribunal del Distrito de Lawrence ayer jueves, donde Guerrero no se presentó ante la solicitud de su abogado, determinó que permanecerá bajo custodia hasta una audiencia de causa probable programada para el 18 de diciembre.

El abogado de Guerrero, John Valerio, al identificarlo como Llopiz en el tribunal, dijo ayer que hay problemas de identificación en los cargos de violación sexual.

«Ninguna de las personas (víctimas) sabe quién es Jonathan o de dónde es», dijo Valerio, y agregó que quería que su cliente se mantuviera fuera del ojo público.

«Esa imagen se quemará en la mente de los testigos y las víctimas de aquí en adelante», dijo Valerio.

Valerio también dijo que las dos víctimas se conocían entre sí, lo que implicaba que la identificación errática de Llopiz se basaba en rumores.

 

Por: Miguel Cruz Tejada

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